Hoy
voy a hablarles de un tema clave para el normal desarrollo de nuestro
país y que voy a confiar para su profundo análisis a nuestra
vicepresidenta.
Para preparar un estudio verdaderamente serio, la
vicepresidencia realizará un informe preliminar que previsiblemente será
elaborado por la secretaría del área objeto del mismo.
Según el importante asunto al que arriba hago referencia, este informe será aprobado por el Consejo de Ministros antes de ser presentado
al parlamento, donde sería debidamente examinado por la comisión
correspondiente, pero dado que tiene repercusión en el Presupuesto que
será presentado en Bruselas, comprenderán que no es necesario este
trámite ni que me extienda en esta breve presentación…
Más o menos
lo que explica Groucho Marx a su hermano en el famoso contrato con un
diálogo surrealista en “Una noche en la ópera” …
Haga el favor de
poner atención en la primera cláusula porque es muy importante. Dice
que… la parte contratante de la primera parte será considerada como la
parte contratante de la primera parte. ¿Qué tal, está muy bien, eh?
– No, eso no está bien. Quisiera volver a oírlo.
– Dice que… la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte.
– Esta vez creo que suena mejor.
– Si quiere se lo leo otra vez.
– Tan solo la primera parte.
– ¿Sobre la parte contratante de la primera parte?
– No, solo la parte de la parte contratante de la primera parte.
– Oiga, ¿por qué hemos de pelearnos por una tontería como ésta? La cortamos.
– Sí, es demasiado largo. ¿Qué es lo que nos queda ahora?
– Dice ahora… la parte contratante de la segunda parte será considerada como la parte contratante de la segunda parte.
– Eso si que no me gusta nada. Nunca segundas partes fueron buenas.
Escuche: ¿por qué no hacemos que la primera parte de la segunda parte
contratante sea la segunda parte de la primera parte?
Seguro que han inspirado el discurso mariano…

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