En enero de 1999, once países comunitarios
sacrificaron sus sistemas monetarios para “atar” sus divisas a un cambio fijo
con la nueva divisa comunitaria, el euro.
1 euro=166,386 pesetas ¿remember?
De este esquema supieron
mantenerse al margen Dinamarca, Suecia e Inglaterra.
Quienes han festejado los años de vida del Euro
ensalzan que ya no existen problemas cambiarios y de libre comercio en la Unión
(económica y monetaria…zona euro) Europea. ERROR. No existe mayor mentira que
una verdad contada a medias. En este breve artículo no voy a plasmar los
múltiples datos que la Econometría aporta sobre los países que han adoptado el
Euro y los que no lo han hecho; pero voy a reflexionar con ustedes en lo que
muchos economistas coincidimos: el Euro es un error. ¿Recuerdan el precio de un café
en pesetas? (no pregunten a ZP)¿y el de una barra de pan? Por no hablar de
coches (un coche de dos millones de pesetas era un vehículo muy correcto, hoy
uno de 12.000 euros es de los básicos…), motos, bicicletas, etc.…
El euro hizo que los
mismos bienes de consumo (hasta las propinas…) costasen más. El euro, es
obvio, generó inflación. Pero, a pesar de todo, en un período de crecimiento
económico en el que se ganaba más y se consumía todavía más ¿qué más da si el
café o el pan nos cuestan casi el doble?
Ni nos fijamos. Pero, al final ha
llegado la crisis.
Y ¿cómo puede la Teoría Económica luchar contra la
crisis? Hay muchos medios y sistemas que la política trata de implementar
(ayudas industriales, agricultura, etc.…tipo el “New Deal” americano de 1933
para salir de la crisis 29X29), pero al final todo se resume en política fiscal (más/menos impuestos)
y/o política monetaria (más/menos
dinero en circulación, o dinero más barato/caro).
España puede, ante la crisis, tratar de bajar sus
impuestos (pero sube el IVA) e incluso gastar todavía más de lo que
recauda (el famoso déficit público),
pero no puede tocar la peseta. El Banco de España se ha convertido en un mero
interventor de control (profetizando sobre lo que debe ser un sistema
financiero correcto, y todo tipo de opiniones económicas) como satélite del
Banco Central Europeo (BCE), que es quien baja/sube los tipos de interés y
quien decide la masa monetaria en circulación.
Pero ¿Puede el BCE aplicar la misma medicina
“monetaria” para todos los países? No
voy a entrar en detalles, pero es evidente que el paro y la inflación son distintos
en España y en Alemania.
El interés del BCE por
controlar la “inflación comunitaria” perjudica claramente a España.
La curva de
Philips muestra la relación inversa entre inflación y paro.
A menor inflación, mayor paro…
Roosevelt devaluó el dólar para favorecer las
exportaciones y superar la crisis de 1929. En 2010 la Reserva Federal (Fed) ha
diseñado una progresiva inyección monetaria que supone una devaluación
implícita.
Y el Banco de
Japón tomó la misma vía en 2013…igual que la Fed, que puso en marcha a
mediados de 2012 un programa de compra mensual de bonos del
Tesoro y títulos hipotecarios para apoyar la tibia recuperación económica en
Estados Unidos después de la crisis financiera
Si todavía España
tuviera la peseta (pero dentro de la UE
como Inglaterra con la libra esterlina, Suecia con la corona sueca y Dinamarca con la corona danesa) se podrían haber controlado los tipos de interés adecuadamente, se
podría haber actuado sobre los tipos de
cambio para favorecer nuestras exportaciones
junto al incremento del turismo y,
sobre todo, habríamos actuado de inmediato para superar la crisis. La pérdida
de tiempo (¿recuerdan lo que tardó ZP en reconocer/pronunciar CRISIS?) en la
toma de decisiones se transforma en pérdida económica.
Con un paro del 24%, ¿Les
preocupa, sinceramente, la inflación?
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